Arinsson Alvarado

Wallmapu
Mari mari com puche. Llevo años explorando y creando seriamente de forma autodidacta. Mi formación humana transcurre entre el campo del sur este territorio y la flagelada periferia de Santiago. Crecí con la dicotomía de jugar, aprender y trabajar en mi ñukelof (comunidad madre), versus la violencia, el hambre y la pobreza que nos regalaron. Nos regalaron un exilio en la warria (ciudad), estigmas y hermosos vertederos donde reciclábamos desde madera para calentarnos a brasero, hasta juguetes viejos; algunos también comida. Obviamente al igual que la mayoría de nosotros he experimentado la migración. Cotidianamente yo trabajo observando y entendiendo como el soporte urbano (al igual que párrafo anterior) establece relaciones clara con quien lo habita, dependiente siempre de la naturaleza del migrante. Yo personalmente me situó como un individuo más, pero con las herramientas de análisis adquiridas mediante mi formación profesional y fundamentalmente por el rakizuam y kimün (pensamiento y conocimiento) que en mi crecen todos los días. Gracias a una propulsión de análisis constante es que decido estudiar arquitectura complementándola con reivindicación de mi cultura (lengua, cultura y cosmovisión) y el desarrollo de la labor artística entendiéndola como una herramienta juicio crítico en el estadio actual para teorizar y crear artística ó tecnológicamente. Finalmente siento que el presente tema/fenómeno es una posibilidad fértil, de enriquecimiento cultural y espiritual del tejido humano y social de las comunidades.
TODO ES CANCHA/

El proyecto Todo es Cancha, quiere indagar sobre el habitar humano en su dimensión cívica como gestora y productora de espacios comunitarios en el área poniente de Santiago. Este ejercicio busca rescatar y recalcar la vigencia de operaciones de escala vecinal/barrial como proceso de empoderamiento, su impacto en la re significación espacial de su entorno cercano y la rehabilitación de tejido humano barrial actuando desde la marginalidad y la segregación como ejemplo de resiliencia, visibilizando la falta de planificación urbana mediante una intervención artística en un espacio residual ubicado entre el canal Zanjón de la Aguada y la Autopista del Sol, incentivando la reflexión ciudadana sobre la necesidad del empoderamiento con su entorno inmediato, potenciando así la discusión sobre la planificación urbana desde participación local real.