Carla Vargas

Chile
En mi proceso de desarrollo profesional he tenido que realizar proyectos de inclusión para la realidad escolar en la que trabajo, donde se han integrado estudiantes migrantes, en su mayoría de origen haitiano. Como no existe una política educativa ministerial de inclusión cultural y académica, ni tampoco la comunidad educativa está preparada para integrar nuevas realidades presentándose situaciones de discriminación, por todo esto, he buscado estrategias educativas mediante actividades en la asignatura de historia en torno a la inclusión y migración para que los estudiantes desarrollen actitudes personales de aceptación, tanto el fortalecimiento del autoestima como el valorar la historia del otro y aceptarnos a pesar de nuestras diferencias.
MATERINDAD MIGRANTE /

Trabajamos la maternidad como un acto poético, político, realizando jornadas de diálogo con madres e hijos/as migrantes, actos que nos otorgaron señales de cómo la maternidad y en este caso la maternidad migrante permea las políticas del cuerpo, entendidas como un cuerpo que es social cultural e histórico. Juntas cuestionamos los arquietipos de maternidad, proponiendo nuevos imaginarios, estéticas e interviniendo desde el diálogo la cotidianidad de estas madres e hijos/as.
El entrecruce de nuestras disciplinas (Artes visuales, historia y docencia) con el feminismo y nuestra maternidad nos ha hecho identificar la lucha contra el patriarcado, emancipándonos y acrecentado nuestra empatía por las mujeres migrantes, vistas como sujetos/as subalternos/as precarizadas.
Por ello, visibilizamos y afiatámos nuestro vínculo matriarcal, como una labor importante, útil y necesaria, sabemos que el cuidado de nuestros hijos/as condiciona la emancipación de las mujeres latinoaméricanas donde es sumamente importante cuestionar la idea de filiación y resituar a la madre como sujeto político.
Buscamos en nuestras jornadas de encuentros en el Parque de los Reyes, mediante el diálogo y la acción poder fortalecer sus experiencias maternales que se ven influenciadas por prácticas culturales de origen y por los sistemas socio-económicos, ambas muy difíciles de complementar o equilibrar y que, al mismo tiempo, son cuestionadas por la sociedad chilena. Trabajamos estas tensiones y creamos momentos de reflexión y creación plasmado en un retrato colectivo.
De esta manera, convocamos a estas madres a proyectarse y a autorrepresentarse, a crear otras ficciones e imaginarios desde lo biográfico, lo afrodescendiente, la decolonialidad, lo latinoamericano, la multiculturalidad y las instancias colaborativas, para sobrevivir y escapar unos minutos del capitalismo que nos consume.