Gabriel Ruete

Chile
Inicié un taller para estudiantes extranjeros de la comuna de Recoleta, que busca dar a conocer sus procesos de inclusión en Chile mediante el uso de la fotografía. “Miradas Migrantes” es el nombre del espacio, que nace desde el complemento de la fotografía y la antropología. “Nos dimos cuenta del potencial que podría tener la utilización de la visualidad para trabajar y reforzar conceptos culturales”. El sistema educacional chileno no está capacitado para lograr una inclusión desde las diferencias de los niños y niñas que desde hace una década han aumentado considerablemente su presencia en nuestro país, los niños y niñas que participaron “tienen una visión muy positiva de Chile, a la gran mayoría le gusta Santiago, y se sienten cómodos en esta escuela y en sus barrios. Algo que nos llamo la atención es que a todos les gusta la ciudad, pero siempre buscan en ella un pedazo de los paisajes que traen de sus tierras”.
PEDAGOGIAS MIGRANTES: UN MAPA MÓVIL Y SONORO /

Este proyecto se propone a partir de la articulación de tres proyectos previamente ejecutados en Chile y en Colombia. En Santiago de Chile las experiencias fueron: Chita Pale, Miradas Migrantes, en Medellín el proyecto realizado fue Paisajes. Los tres proyectos estaban dirigidos a poblaciones que habían atravesado experiencias migratorias y que de alguna manera habían sido afectadas por el desplazamiento. Además tenían en común una forma de trabajo basado en metodologías derivadas del arte. Dichos trabajos contribuyeron a nuestras reflexiones personales sobre el fenómeno de la migración en Latinoamérica, y específicamente en Chile. De allí la conversación que de manera espontánea se generó entre nosotros; un compartir mediado por esas vivencias y muchos interrogantes que nos llevaron a preguntarnos como podríamos activar nuevas experiencias de aprendizaje migrante.

Nos interesó mapear estas tres experiencias y generar  un nuevo diálogo migrante, reflexionando desde referentes teóricos que dialoguen con la idea del encuentro migrante, desde perspectivas no dominantes, donde sea posible hablar de movilidad, del viaje, del cruce de fronteras físicas y simbólicas. Entendemos que así como existe un territorio-nación que cohabitamos, existe un territorio personal, un universo íntimo que debe ser reconocido. Activar la narrativa de este territorio que somos todos nosotros requiere un reconocimiento, una reivindicación, de la subjetividad diaspórica en nuestras propias vidas. Activando esta narrativa a través de conversaciones, primero convierte el dialogo en pedagogía, y luego extienden el sentido que la Beca Migrante, como laboratorio, activó en nosotros.

Nuestras acciones concretas fueron:Conversar, Mapear, Sonorizar y desde estas tres perspectivas y uniendo nuestras experiencias, nos dimos inicio conversando, y entrelazando nuestras vivencia pedagógicas, creando un mapa web donde compartimos nuestras metodologías de trabajo hacia la comunidad para luego realizar un programa podcast donde pudimos abrir aun más nuestras experiencias. https://pedagogiasmigrantes.wordpress.com/